El movimiento de la Reforma comenzó en el siglo XVI. Los primeros reformadores Zuingilio y Calvino se apartaron de la verdad todavía más que Lutero (el protestantismo). Estos reformadores enseñan que los dos sacramentos, bautismo y eucaristía, aun son menos importantes en comparación con la opinión de los protestantes: sólo son signos externos, los símbolos de recuerdo referente a los acontecimientos de la vida del Salvador.
Según la doctrina de los reformadores, Dios predestinó algunos hombres a la salvación, mientras que otros no están llamados. Los reformadores rechazan por completo cualquier imagen y adorno dentro de los templos.
jueves, 4 de febrero de 2010
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